L'auela exhibido en el barrio San JoaquÃn el año 1962 será recordado como uno de los toros con mayor repercusión de nuestra historia. Encerrado en una de las casas de vecinos y simpatizantes de las calles, como todos los toros de aquellos años, parecÃa descansar tranquilo y sin mostrar grandes señas de bravura, llegando hasta los niños a acercarse a tocarlo y darle comida, lo que para muchos fue un acto de desconfianza en su juego.
Pero nunca más lejos de la realidad, L'auela es para muchos el mejor toro que ha pasado por estas fiestas, demostrando valentÃa y una bravura inmensurable en cada una de sus acciones, el cual embestÃa con lo que podÃa cuando tenÃa algún recortador cercano. Sin duda, un toro para la historia.
Recuérdalo